Optimizar este proceso de desvinculación, con una planificación técnica y ordenada y a la vez humana. respetuosa, empática que se perciba que la participación en conjunto es un ganar – ganar.
Lograr una imagen positiva de la empresa para los trabajadores que se desvinculan y los que permanecerán en ella.
Brindarles asesoría en el manejo de crisis a los funcionarios responsables en la empresa de este proceso de salida; asumiéndolo no como culpa, sino como un proceso estratégico, de manera que les permita estar dentro de sus políticas internas.
Mejorar el estado de ánimo de la persona desvinculada.